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Desde hace unas semanas, la nueva versión de Gmail conllevó también un nuevo diseño, que ha generado el descontento de muchos usuarios. Aunque durante un tiempo convivieron el nuevo y el viejo aspecto, ahora ya es irreversible... o no. En Gizmodo cuentan un truco para que la bandeja de entrada sea como antes, o al menos muy parecida.
Hay que acudir al menú 'Configuración' (el icono de la rueda en la esquina superior derecha). En esa pestaña se despliega un menú cuya primera opción es 'Densidad del contenido'. Si hacemos clic, veremos que se abre una ventana donde podremos elegir entre tres diferentes vistas.
La primera es la 'Predeterminada', que es la nueva que incluye Gmail tras su nueva actualización. La segunda es la llamada 'Cómoda', que es la más parecida a la anterior. Por último, está la 'Compacta', que reduce el espacio entre mensajes y que también difiere del nuevo diseño, con más colores e iconos.
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